Al hablar de este modelo hablamos de persuasión. Con él se trata sobre todo de convencer, manejar o condicionar al individuo, para que adopte la nueva conducta propuesta. No pretenden el pleno desarrollo de la persona, aunque se obre sin maldad. Sencillamente, para este modelo educar no es razonar, sino generar hábitos.
El educando llega a acostumbrarse a ser guiado por otros. Es más, si el receptor no consigue modificar su conducta, se considera que la comunicación ha sido fallida.
En los mensajes del modelo conductista se apela sólo a los efectos emocionales prescindiendo de
los contenidos racionales. Por ello, el espectador es apabullado por estímulos afectivos e imágenes sin facilitar su propio análisis.
En este vídeo se demuestra el poder tan inmenso que ejerce la televisión:
Y aquí os dejo algunos ejemplos de anuncios que siguen este modelo:
Elecciones 2011 PP
Spot Mercedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario