jueves, 17 de enero de 2013

¿Libertad de expresión o libertinaje?

Toda la asignatura trata sobre cómo los medios audiovisuales, a parte de informar, tienen una función educativa. Existe una realidad y es que, a medida que han ido pasando los años, las polémicas están a la orden del día. 

Dentro de toda la parrilla televisiva que existe, me voy a centrar en los programas del corazón. Llega un punto en el que: ¿es sano escuchar serias discusiones en este tipo de programas? ¿Qué nos enseña una televisión en la que están continuamente denunciándose unos a otros? ¿Es necesario tener que hablar a gritos? y sobre todo ¿Es un tipo de periodismo educativo?

Por ejemplo, en el vídeo que aparece a continuación observamos una discusión entre una mujer paralítica y Aída Nízar, ex-concursante del reality Gran Hermano y Supervivientes, causante de numerosas peleas. La polémica surgió después de que Aída declarara en el programa Crónicas marcianas "Dios da a cada uno lo que se merece".



¿Es esto educación en televisión? ¿Este tipo de personajes alimentan o destruyen la televisión? ¿Puede una persona que aparece en este medio de comunicación decir todo lo que se le pasa por la cabeza?

Cada uno que se responda a sí mismo. En mi opinión, hay límites que se sobrepasan. En un medio público y tan accesible (recordemos que este programa lo pudo ver gente adulta pero también niños o adolescentes), no puede existir una libertad de expresión LITERAL. Y me explico: existe libertad de expresión porque cada uno expone sus ideas políticas, sociales, económicas...en la televisión de hoy en día, pero hay que tener en cuenta la manera de cómo transmite uno el mensaje. 

En el programa De buena ley se tratan temas que están a la orden del día: desahucios, demandas, despidos, custodias... Son temas verdaderamente delicados y no es responsable que dos personas se pongan a gritar entre ellos con un juez delante (algo poco realista) y después que el público también opine sobre un tema que ni les incumbe. Además, participan personajes famosos para que la polémica crezca.

Esta es la televisión de hoy en día. Este tipo de programas no se sostienen por sí mismos, lo hacen gracias a las audiencias. Por lo tanto, la pregunta que de verdad deberíamos contestarnos es: ¿Esta es la televisión que nos gusta?


No hay comentarios:

Publicar un comentario